Uno de los problemas que enfrentan los estudiantes de diferentes Universidades y/o Institutos Superiores en el Perú en la actualidad, es el bajo rendimiento académico. Por lo tanto, buscar alternativas de solución frente a este problema se ha convertido en uno de los objetivos centrales del ministerio de educación (Quispe, 2009).
Independientemente del conjunto de factores que han afectado el bajo nivel del rendimiento académico, se ha traspasado el ámbito meramente educativo y se ha convertido en un problema social que preocupa a educadores, economistas, políticos y a la sociedad en general (Quispe, 2009).
En tal sentido, se afirma que en la actualidad el bajo rendimiento académico de la educación superior sigue siendo un problema por resolver, a pesar de la existencia de investigaciones tanto a nivel nacional como internacional, las cuales tratan de trasmitir este problema (Quispe, 2009). Según la oficina de coordinación académica de la Facultad de Ingeniería Económica de la UNA-Puno, en los dos primeros años de estudio alrededor del 45% de los estudiantes tiene un bajo rendimiento académico por debajo de 10 puntos de un total de 20 puntos, el cual indica que aproximadamente uno de cada dos estudiantes no aprueba el año académico, ocasionando que los estudiantes abandonen sus estudios universitarios. Por lo tanto, cualquier investigación que arroje luces sobre el problema del rendimiento académico es fundamental, ya que permite una mejor comprensión de esta problemática.
Discusión y conclusiones
Según el Dr. Daniel De Girolami, médico nutricionista, en la actualidad el consumo abundante de calorías provenientes de la comida chatarra ocasiona un crecimiento engañosamente normal en los escolares, el cual repercute directamente sobre su rendimiento académico. Además, sostiene que un niño mal alimentado presenta trastornos en la atención, cansancio, irritabilidad y falta de concentración.
De igual forma, estudios realizados en la Universidad de Bristol (Inglaterra) afirman la existencia de un vínculo entre el consumo de comida chatarra y el bajo rendimiento académico en escolares. Se sostiene que los niños que consumen comida chatarra reducen su rendimiento académico en comparación con aquellos que tienen una alimentación balanceada.
La fundación de alimentos para el cerebro realizó una encuesta la cual comparó el consumo de comida chatarra y comida rápida con el comportamiento, rendimiento académico y la salud. Los resultados mostraron que uno de cada tres sujetos sufre de problemas de atención o de concentración y cambios de humor o rabietas.
Por otro lado, un estudio realizado por estudiantes de la carrera de Nutrición y Dietética del Instituto Profesional ENAC concluyó que los jóvenes son un grupo altamente expuesto a adquirir algunos malos hábitos de alimentación. Debido a que están sometidos a factores que facilitan estas prácticas, como la falta de tiempo para almorzar, malos hábitos adquiridos desde la casa, las pocas opciones de comida saludable que tienen en sus lugares de estudio y por el contrario la facilidad que les otorga el entorno para consumir comida chatarra.
Sin embargo, a diferencia del Dr. Daniel de Girolami, de los estudios de la Universidad de Bristol, la Fundación de los alimentos para el cerebro y del Instituto Profesional ENAC, los resultados obtenidos en la investigación revelan que aunque existe una correlación (inversa) entre el consumo de comida chatarra y el rendimiento académico, ésta no es significativa puesto que es débil.
Siguiendo esta línea la hipótesis se cumpliría. No obstante, es necesario resaltar que la debilidad de la correlación probablemente se debería a que la mayoría de estudiantes (83.1%) no consume grandes cantidades comida chatarra en la Universidad, y tiene promedios relativamente buenos (de 13.99 a 15.99).
Si bien es cierto que el consumo de comida chatarra se relaciona con el rendimiento académico de los escolares en mayor intensidad, no se puede decir lo mismo de los estudiantes universitarios. Debido a que probablemente para los escolares la falta de nutrientes en los alimentos tendría un efecto más significativo en su crecimiento y desarrollo cerebral, el cual repercutiría en el rendimiento académico escolar.
De igual modo, existen factores intrínsecos de los estudiantes como la aptitud, la inteligencia, la motivación, etc. Y aquellos factores volitivos, afectivos y emocionales que podrían influenciar el rendimiento académico universitario desplazando los posibles efectos que la comida chatarra tendría en el rendimiento académico de los universitarios.
De acuerdo a los resultados obtenidos en las encuestas sobre el nivel de consumo de comida chatarra podríamos suponer que al saber los efectos adversos que ésta ocasiona en la salud, los estudiantes optarían por consumir poca cantidad de esta comida.
De acuerdo a datos encontrados en el estudio del Instituto Profesional ENAC (2009) se señaló que del porcentaje de los estudiantes que admitieron consumir comida chatarra, la mayoría fueron hombres; sin embargo nuestra investigación muestra que las mujeres tuvieron un nivel mayor de consumo de comida chatarra (55.93%).
La encuesta aplicada a los estudiantes tuvo ciertas preguntas que reflejaron el deseo de mejorar sus hábitos alimenticios y disminuir el nivel de consumo de comida chatarra en la Universidad. Desafortunadamente también encontramos que muchos de los sujetos encuestados consumen ciertos alimentos exclusivamente de la cafetería (comida chatarra) cuando no tienen tiempo para almorzar, y peor aún, algunos no almuerzan. La mayoría los sujetos encuestados (93.2%) estuvieron de acuerdo con la venta de menús en la Universidad. Además, el 83.1% de sujetos estuvieron de acuerdo en reducir el consumo de comida chatarra durante el almuerzo en caso de que existiera un servicio de menús en las cafeterías.
En conclusión podríamos existe una correlación débil no significativa, inversa, no significa que no haya relación.
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